-Llévate tu cámara donde quiera que vayas.
-Úsala cuando sea necesario
-La lomografía no debe ser un estorbo en tu vida, simplemente tienes que saber integrarla en ella
-Intenta disparar a la altura de las caderas
-Acércate tanto como puedas a lo que quieras fotografiar
-No te lo pienses dos veces, ¡simplemente dispara, sé espontáneo!
-Además de no pensártelo dos veces, tienes que ser rápido. Aprovechando que aquí obviamos un buen encuadre o un enfoque selectivo, dispara tan rápido como puedas para no perder ese momento
-No tienes por qué saber qué ha salido en la foto. Ahí está la gracia de la lomografía, que hasta que no revelemos nuestra película, no sabremos que hemos fotografiado
-Que sea lo que Dios quiera. No pasa nada si tu foto ha salido mal, o no ha salido todo lo definida que nos gustaría. El encanto de la lomografía es que (hablando mal y rápido) nuestras fotos pueden ser una mierda técnicamente y ser increíblemente buenas
-No te preocupes por las reglas, en la lomografía prima la espontaneidad y la naturalidad.