Hongos

Con este escueto titular os quiero presentar al peor enemigo de nuestros equipos fotográficos, los hongos.

 

Quizá la gran mayoría de fotógrafos aficionados que acabáis de empezar en este mundillo ni conozcáis ese problema e incluso os suene a chino y penséis que es imposible que nuestros equipos fotográficos puedan verse infectados por hongos.

 

Pero en eso estáis totalmente equivocados, un ambiente húmedo, el guardar despreocupadamente nuestro equipo junto con el paso del tiempo es parte de la fórmula perfecta para que este problema sea muy pero que muy real.

 

¿Quieres saber como evitarlo y poder eliminarlo?

 

Algunos pensaréis que el polvo es mucho peor que los hongos, y la verdad, si no se tiene cuidado podríamos terminar destrozando la superficie de la lente si la limpiamos si soplar antes los restos de polvo y tierra, pero al menos el polvo es fácil de quitar y con unos cuidados básicos es algo de lo que no nos tendremos que preocupar.

 

Los hongos en cambio son algo mas serio ya que por lo general se encontrarán dentro de los objetivos y de las cámaras, por lo que su limpieza es algo mas complicada y nunca quedarán limpios del todo a no ser que desmontemos el equipo.

 

En la imagen superior tenéis un claro ejemplo de un objetivo con hongos, y la verdad es que es una verdadera pena ya que evitar que esto pase es muy fácil.

 

Quizás ahora os preguntéis que de que viven estos seres, de humedad, por lo tanto no es de extrañar que en ambientes con mucha humedad puedan crecer mas.

 

El colocar bolsitas anti humedad en nuestra mochila y en cada una de los compartimentos de los objetivos y cambiarlas cada año (el tiempo dependerá de la humedad que tengamos en nuestra zona) que estos molestos invitados crezcan. 

 

Estas bolsas antihumedad están compuestas por gel de sílice y lo podréis encontrar en cualquier artículo que compréis electrónico, en incluso podéis preguntar en una tienda en la que tengáis amistad para que os den las bolsitas que suelen acompañar los artículos que compran.

 

Un hongo pequeño puede no ser molesto, el problema es que si hay un hongo este empezará a crecer y entonces si será peor ya que nos podrá reproducir y entonces tendremos que tomar una medida mas drástica.

 

La primera solución es poner el objetivo directamente al sol, y con un poco de suerte al final del día estos hongos habrán desaparecido, en caso de una cámara esto es algo mas complicado, ya que no dejaremos el cuerpo si tapar con el considerable riesgo que esto tiene para el sensor.

 

También he leído que es posible usar una lámpara UV, pero esta solución posiblemente pueda romper algún elemento interno de nuestro objetivo.

 

Estas dos soluciones pueden tener el inconveniente de que al matar al hongo quede una mancha en el interior del cristal, por lo que al final tendremos que desmontar.

 

Esta es la mejor solución para eliminar hongos, por desgracia es la mas cara y complicada.

 

Cualquier persona no está cualificada para desarmar un objetivo, y mucho menos os voy a aconsejar el que desmontéis vuestras lentes para limpiarlas de hongos, por lo que tendremos que llevarlas a un servicio oficial para que os las limpien, y posiblemente por poco mas os podáis comprar un objetivo nuevo.

 

Así que la mejor solución de todas para evitar estos molestos invitados es la de tener las correspondientes bolsitas de sílice en la funda y en los compartimentos de cada lente, usarlos de vez en cuando, ya que la falta de uso y el estar siempre sin ver la luz del sol también es perjudicial, y en el caso de los cuerpos he encontrado este interesante accesorios el dri+Cap, que además nos servirá para nuestros objetivos, nos evitará que nuestro equipo no se infecte.